Hoy, 26 de enero, es el Día Mundial de la Educación Ambiental pero ¿qué es realmente? y ¿por qué existe un día así?
Palabras tan trilladas como: el cuidado del medio ambiente, el cambio climático, el efecto invernadero, la ecología, la conservación del planeta, etc. las escuchamos a diario y más en este último año de pandemia que nos ha hecho reflexionar sobre este tema.
Especialistas en todo el mundo llevan años investigándolo, en este post te explicaremos de forma clara qué está pasando y cómo podemos aportar.
¿Sabes qué es la huella de carbono?
Es un indicador ambiental que muestra la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) que hemos emitido los seres humanos a lo largo del año y se mide en masa de CO₂ equivalente. En 2017, por ejemplo, hemos emitido 50,000,000 toneladas de CO₂, cifra que aumentamos cada año. En resumen cada persona emite 6 toneladas de CO₂ al año aproximadamente.
El Acuerdo de París, firmado por 97 países, se creó con el objetivo de detener, con diversas acciones, el calentamiento global tan pronto como sea posible y evitar el aumento de la temperatura a menos de 1.5 ºC. Es decir que en el 2050 tenemos que llegar a 0 emisiones de CO₂ (según el IPCC).
Y ¿qué hacemos con estas cifras?
Acciones como reciclar, generar menos plástico, utilizar menos papel, comprar objetos más duraderos, reducir envoltorios, reducir desperdicios de comida, son acciones muy importantes para no malgastar tanto los recursos y generar menos basura, pero desafortunadamente para reducir la huella de carbono no son suficientes.
Te compartimos las mejores maneras de hacerlo para que elijas una o varias de ellas:
HOGAR
– Detectar y reforzar el aislamiento.
– Usar bomba de calor para calentarla.
– Cambiar por electrodomésticos eficientes.
– Cambiar el gas por una placa eléctrica o de inducción.
– Aprovechar la iluminación natural.
– Generar tu propia energía renovable con paneles solares (podrías reducir entre 4.8 y 0.1 tu huella de carbono).
TRANSPORTE
Evitar los motores de combustión y usar mejor un coche híbrido o eléctrico (alimentado con energía limpia).
– Usar más el trasporte público.
– Compartir transporte.
– Vivir sin coche.
– Utilizar la bicicleta.
– Teletrabajar o trabajar de home office (ahorras transporte y espacios innecesarios).
– Reducir los viajes en avión al año.
– Utilizar el tren o autobús para viajes largos.
ALIMENTACIÓN
– Reducir el consumo de carne, sobre todo de res ya que se considera el mayor «lujo medioambiental» (es la mayor fuente de metano, un potente gas de efecto invernadero, además se requiere más gasto de energía, cuidados y terreno para mantenerla y transportarla).
– Comer más alimentos vegetales.
– Consumir productos de proximidad.
– Tomar productos de temporada (para evitar calefactores y refrigeradores).
– Cultivar tu propia comida (eliminar intermediarios).
Vivimos en un mundo complejo que necesitamos entender mejor. No podemos negar que la conducta de cada uno de nosotros influye en este mundo, por ello, es importante entender el impacto y las consecuencias de nuestras acciones, encontrar soluciones creativas y efectivas para cambiar el modelo de vida actual de «usar y tirar».
Para esto se requiere empezar con pequeños cambios de hábitos personales, para después influir en las conductas sociales de los que nos rodean y, a su vez, generar ese cambio global que muchos de nosotros anhelamos para tener una visión clara y positiva del futuro.
Así que ¿con qué acciones vas a reducir tus 6 toneladas de CO₂ que emites al año?
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Fuentes:
Huella de carbono según el tipo de transporte.
Reducción de la huella de carbono según el tipo de transporte de los alimentos.
